Bendita es aquella persona cuya felicidad
reside solo en su dedicación a lo divino.Bendito aquel que pierde la conciencia individual
al cantar el nombre de la divinidad y vislumbra su grandeza.Bendito aquel que pierde su individualidad
en la experiencia de la divinidad,
la esencia que está en todo.Bendito aquel cuyos deseos se han quemado
en su único deseo por la divinidad
y para quien el conocimiento divino es su única realidad.
Samartha Ramdas