La ignorancia es el estado de embotamiento y desatención. Debido a la ignorancia, seguimos generando nuevos saṅkhārā (reacciones mentales) y seguimos ensuciando nuestra mente con nuevas negatividades. Apenas somos conscientes de lo que hacemos: cómo nos aprisionamos con las ataduras del ansia, con las ataduras de la aversión; y cómo, en nuestra ignorancia, apretamos los nudos de estas ataduras.
Podemos erradicar la ignorancia permaneciendo conscientes, alerta y atentos en todo momento. Entonces no permitiremos que nuevos saṅkhārā hagan impresiones profundas en nuestra mente como líneas cinceladas en el granito; no nos dejaremos encadenar por las cadenas del ansia y la aversión.
Esta cualidad de atención de la mente, dotada de comprensión, se llama paññā (sabiduría) y erradica la ignorancia de raíz.
Para despertar esta sabiduría, y establecerse en ella, practicamos Vipassana:
- Cuando caminamos, lo hacemos con consciencia.
- Cuando nos ponemos de pie, nos ponemos de pie con consciencia.
- Cuando nos sentamos, nos sentamos con consciencia.
- Cuando nos acostamos, nos acostamos con consciencia.
Ya sea dormido o despierto, erguido o sentado, en cualquier estado, debemos permanecer conscientes y atentos en todo momento.
Ninguna acción nuestra debe realizarse nunca sin consciencia.
- Todas las actividades corporales deben realizarse con plena consciencia.
- Todas las actividades vocales deben hacerse con plena consciencia.
- Todas las actividades mentales deben realizarse con plena consciencia.
Así, deberíamos estar atentos con respecto a cada acción física, vocal o mental; deberíamos examinar cada acción.
Al mismo tiempo, esta consciencia debe estar dotada de paññā. Esto significa que, junto con la consciencia, debemos desarrollar la comprensión experiencial de las tres características de paññā:
- Todos los fenómenos tienen la naturaleza inherente de la impermanencia (anicca);
- Todos los fenómenos que son impermanentes dan lugar al sufrimiento (dukkha)
- Y todos esos fenómenos que son impermanentes y dan lugar a dukkha carecen de esencia y no pueden ser "yo" o "mío" o "mi alma" (anattā).
Una vez que comprendemos esto a nivel experiencial, nos damos cuenta de lo insignificante que es reaccionar con ansia o aversión, aferramiento o repugnancia hacia cualquier fenómeno que surja. En su lugar, aprendemos a ser conscientes y, al mismo tiempo, ecuánimes hacia cada fenómeno. Esto es Vipassana. Esta es la sabiduría experimental que destruye la ignorancia.
Meditadores: sólo en la destrucción de la ignorancia está nuestro bienestar, nuestra felicidad, nuestra liberación.